miércoles, 26 de febrero de 2014
LA SUSTITUTA
Como cada
tarde, en los últimos meses, al salir de trabajar, tenía en el teléfono,
la lista de la compra para ir al supermercado. Mi mujer me la mandaba todos los
días, ella tras una operación rutinaria, no podía coger peso y estaba de baja;
así que me enviaba un mensaje, con lo que hacía falta en casa, para que yo
fuera a comprarlo.
miércoles, 19 de febrero de 2014
LA VECINA DE AL LADO
Jamás imagine
lo que el destino me tenía preparado. Ya hace 15 años que me he mudado a este
pueblo, más bien ciudad dormitorio, donde la vida me sonríe y la verdad es que
soy muy feliz.
El trabajo va
muy bien, mi hijo de 8 años, es un figura encantador y mi relación de pareja es
estable, cada día más enriquecedora. En el tema económico, me podía ir mejor,
pero soy un desastre y cada euro que pasa por mis manos, sale igual de rápido.
Aun así, no me puedo quejar, los tiempos que corren no son muy boyantes para
nadie. Cada vez es más difícil tener curro, buenos amigos y aun más complicado
tener una relación sincera.
Cuando
pensaba que ya nada iba a cambiar, aunque tampoco quería caer en la rutina,
apareces en mi vida y lo pones todo patas arriba.
miércoles, 12 de febrero de 2014
EL CUMPLEAÑOS DE CARLA
Se acerca mi
treinta y tres cumpleaños, como otras veces, mis amigas preparan una sorpresa, como de costumbre no quieren contarme. Hace
unos veinte años que las conozco, siempre hemos sido inseparables, en los
buenos y en los malos momentos, por eso confió en ellas, y por eso no creo que
nos separemos nunca.
miércoles, 5 de febrero de 2014
CONCENTRACION MOTERA
La
crisis económica me tenía descolocada. Ya hacía tres años que no encontraba
trabajo, la multinacional del automóvil, en la que trabajaba, se había dedicado
a recortar plantilla y estaba como otros seis millones de españoles, cobrando
el subsidio de desempleo; mejor dicho, la mierda de ayuda que el estado nos da
a los parados de larga duración. Se pensaran que con esa miseria una mujer de
cuarenta y tantos, divorciada, con una hija de dieciséis, que tampoco trabaja y
el alquiler, puede comer.
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