jueves, 19 de febrero de 2015

LA SORPRESA DE ANA ( I parte)

Hacia tiempo que Ana y yo jugábamos a prepararnos sorpresas nocturnas, para intentar mantener nuestra relación con toda la pasión que podíamos. Cada fin de semana que podíamos deshacernos de los niños dejándolos con alguno de sus abuelos uno de los dos era el encargado de dirigir el juego.
   Tras varios intentos medio fallidos al principio, pronto conseguimos que el juego cogiera un a temperatura adecuada, que los dos interpretáramos el rol que el encargado de la aventura hubiera decidido. No hablábamos de ello, simplemente nos enviábamos mensajes de movil con las condiciones, el lugar y los posibles artilugios que nos harían falta.